A pesar del silencio mediático, en Polonia se está cociendo una reforma laboral histórica. El gobierno lo calificó dio a entender que se trata de “pequeños cambios” pero en realidad oculta una pérdida del derecho más destacado del movimiento obrero mundial: las 8 horas diarias de trabajo.
Lo que se dice es que habrá más tiempo de descanso entre otras medidas de camuflaje, pero todo conlleva dedicar más tiempo al trabajo de forma regulada.
Muchos pensaran que el escándalo ha debido ser monumental, pero en realidad la gente no tiene ni idea de lo que va a pasar, puesto que la política, según gran parte de la población, es algo que carece de importancia tras la entrada al capitalismo.
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¿Y los sindicatos? El movimiento obrero en Polonia tiene un tinte reconocidamente diferente. Solidarność (Solidaridad) fue el movimiento obrero que dio pie a la caída del comunismo, más tarde pasó a sindicato (todavía en marcha) y finalmente ganaron las elecciones.
Lo que en principio parece una victoria con creces esconde tras de sí un sabor amargo, puesto que este sindicato es, según ellos mismos “apolítico” pero según sus actos, conservador y neoliberal. El sindicato apoya y es apoyado por la iglesia, que colaboró, junto al mundo occidental, a tumbar a Stalin. Su papel en la desaparición de la URSS no es despreciable y se enorgullecen hoy en día de tener su propia bandera y nación, que exaltan allí donde pueden.
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Así pues, ante la decisión del gobierno, los sindicatos mayoritarios llamaron a la huelga general el 14 de este septiembre. Algo que no pasa desde hace 30 años, a excepción de una huelga en la región de Silesia el marzo pasado. Pero a efectos de los expuesto anteriormente, a nadie le importó y la participación se preveía nula. Ante esto y tras algunas negociaciones con el gobierno, se retiró la convocatoria.
El único grupo que se llevó las manos a la cabeza y no pudo quedarse quieto fue el sindicato anarquista Inicjatywa Pracownicza (Iniciativa Trabajadores), que pusieron sus esfuerzos en una campaña informativa y quisieron mantener la convocatoria con una semana de acción previa al día elegido.
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Como parte de esta campaña, ayer día 11 se convocó una modesta manifestación en Cracovia y un piquete informativo en Poznań. Dejo en este post alguna documentación gráfica de la acción.
En resumen la manifestación duró una hora por el centro de Cracovia repartiendo octavillas, carteles e intentando abrir debate en la calle y con Ritmos de Resistencia actuando durante el recorrido.
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El próximo sábado 14 es el día que se planteó para la huelga, en vez de esto habrá una gran manifestación unitaria en Varsovia dividida en dos bloques: los sindicatos mayoritarios y el bloque anticapitalista. No obstante, los sindicatos han dispuesto autobuses gratuitos para asistir desde varias partes del país.
