La menifestación fue un éxito y llamó la atención de la prensa internacional además de ejercer presión en el gobierno. Esta es la conclusión rápida, pero la organización y el desarrollo de la misma son para mi la clave, puesto que más que una movilización popular, lo que fue es una estrategia mediática y política manipulada hasta el asombro.
Por partes, primero están los autobuses gratuitos desde varias ciudades del país para encontrarse en la capital. Esto es que, las 200.000 personas que estimó Solidarność como asistentes, eran todo lo que podían llevar desde todo el país. Cabe recalcar que Polonia no es un lugar de grandes movilizaciones, y esta sin duda fue un récord comparada a hace unos 15 años. Cuando nuestro bus llegó a Varsovia encontramos que toda una flota de sindicalistas de todo tipo llegaban al mismo tiempo.
La sorpresa fue ver que a los participantes se les daban 30zł (unos 7.7€) para gastar en comida y otras necesidades. Si bien no es un sueldo, los participantes recibían dinero por asistir. También se regalaban gorras, petos, banderas, pañuelos y propaganda, lo que llenó la manifestación de los colores de los sindicatos.
Nuestro grupo formaba parte del bloque alternativo y el bloque anticapitalista que decidieron converger en uno solo, puesto que apenas éramos uno 50~70. Allí la mayoría eran los sindicatos alternativos Inicjatywa Pracownicza y ZSP, el movimiento por la vivienda, varios anarquistas, el Partido Socialista Polaco, las juventudes socialistas, el Partido Comunista Polaco y la aparición leve de grupos LGTB y Krytyka Polytyczna.
Sobra decir que estos grupos no son precisamente amigos ni colaboran juntos, pero el lugar en la manifestación era el suyo, ya que todos tienen algo en contra de los sindicatos mayoritarios. También estaba, en un bloque a parte, la sección ultra-nacionalista de Solidarność.
Pero solo eso. Y digo solo eso porque no se encontraban más colectivos populares de base ni grupos que no estuvieran o politizados o simplemente “invitados”. El resultado fue unos 15 bloques que convergerían en la calle principal Nowy Świat.
La movilización comenzó a eso de las 10 y el centro de la capital se llenó de gente protestando por las calles, pero duró apenas hasta las 3 del mediodía. Es decir, nadie que trabajase por las mañanas se cruzó con ella y el espacio público estaba tomado por la policía y los manifestantes. Todo lleva a que la gente de a pie no tuvo opción de asistir.
Si bien la manifestación tenía unas reclamaciones, nadie pudo sentirlas, no había eslóganes ni canciones más allá del bloque alternativo. Los sindicatos solo supieron hacer ruido y mostrar banderas con sus logos, apenas pancartas, como si de una celebración de fútbol se tratase.
Durante el recorrido habían pequeños pantallas y altavoces retransmitiendo lo que decían desde el gran escenario de Solidarność al final del recorrido. Si bien no llegué a entender el discurso, me dijeron que consistió en marcar paquete frente al gobierno (ellos están con la oposición) y usar mensajes religiosos populistas.
La policía controló gran parte del proceso de forma muy modesta y distante, nuestro bloque tuvo un grupo de antidisturbios como custodia al principio, pero luego se desplazaron a otro sitio al ver que allí no eran necesarios.
En definitiva, y según mi opinión personal, fue todo un montaje sin gracia para sacar una foto muy bonita, apoyar a la oposición y hacer presión sin pasarse llamando a la huelga general. Nuestro bloque, al menos, se mantuvo al margen, con reclamaciones propias y manteniendo las demandas de la campaña por la huelga.
A las 5 de la tarde tomamos el bus de vuelta a Cracovia.